Kylian Mbappé es desde hace tiempo de los mejores jugadores del mundo. Actualmente en el PSG, el joven atacante de Bondy sueña con ganar la Champions, algo que no podrá conseguir este año, tras caer en Múnich. Desde que debutó en la 16-17, el campeón del mundo nunca ha levantado un cetro europeo.
Perdió la final en 2020, cuando era a partido único, y precisamente contra el equipo bávaro. Pese a seguir intentándolo por todos los medios, el equipo madrileño ha sido el gran verdugo de los franceses, eliminándolos en octavos tanto en 2018 como en 2022.
El Real Madrid, impasible
Tras dos desplantes, en 2017 y en 2022, Florentino, que tiene claro que el jugador debe acabar con la casaca blanca puesta, sabe perfectamente que el primer paso no depende de él, por lo que no será él quien se mueva primero.
En el Bernabéu tienen claro que si el jugador quiere cumplir su supuesto sueño, debe ser el francés quien reconozca y demande su salida al equipo al que pertenece, algo que no es nada fácil, ya que las relaciones entre los parisinos y los madridistas no son buenas.
El mercado de verano, clave
Mbappé renovó hasta 2025 con una cláusula especial: El último año sólo lo activa él, y debe hacerlo antes del 30 de junio de 2023. Es decir, que si antes de ese día no ha dado una respuesta, el jugador no podrá activar esa cláusula unilateral y será libre en enero si no acepta renovar ¿Vuelta la burra al trigo? Veremos.
El "7" insistió en estar centrado en la consecución de la Ligue 1, única competición que podrá ganar este año, ya que en la Copa también está eliminado, y ni por un rival cualquiera, sino por el Olympique de Marsella, su clásico rival.