El Atlético de Madrid quiere volver a competir por todo, y la manera de hacerlo no es otra que invirtiendo en fichajes. Las más que previsibles salidas de Félix y Cunha, sumadas a las posibles de Morata, Carrasco y Saúl, podrían ser una gran fuente de financiación para el conjunto rojiblanco, que quiere complacer a su entrenador con un fichaje por línea (quitando la portería, bien cubierta por Oblak)
Con el fichaje de Söyüncü ya atado para la parcela defensiva, se buscan refuerzos en el centro del campo y el ataque, muy necesarios para asegurarse el poder rotar y no disminuir el nivel de la plantilla, por lo que los elegidos han sido Tyler Adams y Rodrigo Moreno, ambos futbolistas del Leeds.
Polivalencia y trabajo, lo que el entrenador necesita
El norteamericano puede jugar de pivote, que es su posición natural, pero también de central o incluso de lateral derecho, donde ya se ha desenvuelto alguna que otra vez durante su carrera, mientras que el atacante hispano-brasileño puede desempeñearse como delantero único, falso nueve o mediapunta.
En un esquema y sistema como el del Atlético, estas figuras que se pueden adaptar a varias posiciones y que trabajan tanto para el equipo, ya que están acostumbrados a un sistema defensivo de bloque muy bajo, que es como juegan en el Leeds, son muy importantes de cara al desarrollo de la temporada, ya que pueden funcionar como parche en determinadas ocasiones.
Bajada de precio por la situación deportiva
Si los de Yorkshire acaban descendiendo, muchos de los jugadores que están en la plantilla acabarán abandonando el equipo, como podría ser el caso de Gnonto, Meslier, Aaronson, Marc Roca, Sinisterra o los citados anteriormente, ya que son los que más mercado podrían tener de cara a un más que posible descenso., pero el precio sería inferior debido a la bajada de categoría.