Una de las cuestiones que más ha sonado en el último mes respecto a la pandemia del COVID-19 es la de las fechas navideñas: la época del año en que las reuniones familiares, las celebraciones y las compras son los protagonistas y donde el flujo constante de personas podría tirar por la borda el poco avance que las comunidades hayan podido conseguir en cuanto a frenar el avance del virus.
Y precisamente porque en Navidad es cuando todos estamos más juntos, ya este martes el Gobierno central informó sobre su propio plan de restricciones en un momento histórico donde uno de los términos más utilizados es “distancia social”: por el momento, el Gobierno ha estipulado un máximo de seis personas no convivientes en las cenas de Noche Buena y Noche Vieja, así como una ampliación del toque de queda hasta la 1.
Actualmente el toque de queda que pueden imponer las comunidades tiene un máximo de hasta las 12 de la noche, aunque hay comunidades que lo han fijado incluso a las 22 horas. Debido a estas fechas especiales, podrán retrasarlo hasta la 1 si lo ven conveniente. Sin embargo, este miércoles las comunidades debatirán, junto al Ministerio de Sanidad, en el Consejo Interterritorial de la Salud.
Madrid, en una inconformidad constante
La presidencia de la Comunidad de Madrid, encabezada por Díaz Ayuso, planteará unas restricciones diferentes para la Comunidad de Madrid en estas navidades, y no solamente para los días de Noche Buena y Noche Vieja. La comunidad pedirá ampliar el número de personas máximo de 6 a 10 personas no convivientes los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 6 de enero, así como retrasar la hora del toque de queda los días 24 y 31 de diciembre 30 minutos más: hasta la 1:30.
Además, el ejecutivo de Díaz Ayuso solicitará este miércoles que se pueda permitir la salida, en algunos casos, de los residentes de centros sociosanitarios: las personas que tengan anticuerpos positivos en los últimos seis meses o hayan dado positivo en una PCR en los últimos tres meses puedan salir libremente. Por otro lado, aquellas personas que no tengan anticuerpos ni hayan pasado el COVID-19 se planteará que puedan volver con sus familiares durante estas fechas, con la condición de entrar en un aislamiento preventivo a su vuelta y ser sometidos a la prueba diagnóstica del COVID-19.