El Chelsea, rival del Real Madrid, es un equipo descompuesto. Hasta tres entrenadores en esta temporada que no han enderezado el rumbo de un barco azul que parece encallado en el Támesis. Ahora con Bruno Saltor como interino, un entrenador de renombre podría ser el próximo en coger el timón.
Luis Enrique Martínez, que está sin banquillo desde su adiós a la Selección Española tras el Mundial de Qatar, es la opción preferida de los blues hispanohablantes, pero no de la directiva, que prefiere a Julian Nagelsmann, con el que siguen negociando.
Un proyecto convincente a enderezar
Los londinenses se agarran a la Champions League para salvar la temporada, ya que están fuera de todo. Su rival, el Real Madrid, es el vigente campeón y ya los eliminó el año pasado tras una frenética vuelta.
Se avecina un verano complicado de salidas y llegadas en Cobham, y debido al apoyo financiero casi infinito que tendría el asturiano, es una oportunidad más que interesante.
El morbo está servido
Si el gijonés es contratado antes de la eliminatoria ante los madrileños, volverá al Bernabéu muchos años después, donde es non grata por haberse marchado al Barcelona y celebrar varios goles ante los madridistas durante sus años en la capital catalana.