jueves. 09.01.2025

Si algo se pregunta todo el mundo respecto al COVID-19 es cuánto tiempo le queda todavía a la pandemia. La respuesta en la que coinciden los expertos es que la pandemia durará el tiempo que tarde en salir al mercado una vacuna efectiva o bien el momento en que ya la mayoría de la población sea inmune, algo que no se contempla como posibilidad por el gran tiempo que ello supondría, teniendo en cuenta que muchos países ni siquiera han registrado todavía su pico de contagios.

Actualmente hay aproximadamente 200 vacunas experimentales en marcha, de las cuales 155 siguen testándose en los laboratorios, 45 probándose en humanos, entre las que se encuentran las 10 vacunas que están ahora mismo en la última fase de los ensayos clínicos y que podrían comenzar a llegar a la población en pocos meses.

COVID 3

Sin embargo, esto es algo que preocupa a muchos. La media de tiempo requerido para la elaboración de una vacuna hasta ahora ha sido de aproximadamente 10 años. Estas vacunas, de ser cierto que llegaran a la población en cuestión de meses, habrían tardado en desarrollarse aproximadamente un año, algo que para muchos podría suponer una grave falta de seguridad para la población.

Vacuna sí, pero sin arriesgar efectividad y seguridad.

Toda vacuna ha de, para comenzar, superar los diferentes ensayos clínicos a gran escala a las que son sometidas, probándolas en grandes masas de población de todas las áreas del globo. Tras ello, han de pasar por la aprobación de todos aquellos organismos que se encarguen de materias de regulación de este tipo. Por último, habría que estudiar la forma de comercialización y distribución a gran escala de una manera efectiva, sin producir posibles temporadas de agotamiento de existencias. Aún así, muchos expertos consideran que sí es posible que para el año que viene pueda haber varias vacunas de diferentes farmacéuticas en circulación.

COVID 2

Actualmente, las vacunas más avanzadas son la vacuna de Oxford y Astrazeneca, la de Pfizer y BioNTech, la de Moderna, la de Janssen y la de Novavax, las cuales, deberían solicitar una “autorización de emergencia” en el momento en que reúnan una mínima evidencia sólida de su efectividad y seguridad para la población, algo que ya se ha comenzado a llevar a cabo en algunos lugares de China, donde se ha comenzado a vacunar a pequeños grupos específicos de gente como “trabajadores de primera línea”