A Laporta le crecen los enanos. Tras las eliminaciones en Europa (dos veces) y en Copa del Rey, al Barcelona le queda la Liga, que de momento no peligra para conseguir el segundo título de la temporada y de la era Xavi.
Sin embargo, el buen hacer deportivo no ha hecho que el público (donde entran los propios socios y aficionados del equipo catalán) olvide lo acaecido hace ya semanas sobre la supuesta compra del vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros durante casi dos décadas.
Una rueda de prensa que no contenta al crítico
La opinión pública culé no está contenta, porque su presidente no les ha dicho nada. Sólo se victimizó, alegando que el Real Madrid (su máximo rival deportivo y socio en una Superliga que se tambalea) era el gran beneficiado durante décadas, sin aportar ningún tipo de prueba para apoyar esta acusación infundada.
El hecho de que hayan acudido periodistas catalanes o de medios de dicha procedencia (en su totalidad, prácticamente) levanta sospechas en el aficionado neutral, ya que muchos creen que estaba preparada para hablar mucho sin decir nada.
La Justicia hará su trabajo
Laporta deberá ir al juicio, y lo sabe. Allí se encontrará a la LFP y el Real Madrid, entre otros muchos presentes como parte perjudicada, y también al Gobierno de España.
Aun con todo, el proceso será largo, aunque Aleksandr Čeferin, el presidente de la UEFA, ya ha amenazado con sanciones graves, y aún falta la FIFA por pronunciarse.
