El Valencia está sumido en una vorágine de malas decisiones y nefastas gestiones. Lim no suelta el club, que se hunde poco a poco en la parte baja de la tabla, y esta situación no parece que vaya a parar a corto plazo, ya que se avecina un desastre económico, deportivo e institucional la próxima temporada.
La salvación, que parece que se alcanzará esta temporada, pondrá el cierre a un equipo que el año que viene se verá claramente debilitado: Muchos cedidos que han dado un buen rendimiento, como Lino o Kluivert, volverán a sus clubes de origen, lo que significa que pierden parte de ofensividad con respecto a esta temporada.
El Valencia, dispuesto a vender
Para sorpresa de nadie, el club valencianista está dispuesto a traspasar al jugador para hacer caja con él. Con sólo 23 años y unas cifras no demasiado convincentes, es más una apuesta a largo plazo que otra cosa, y pese a todo, interesa a dos equipos de gran reputación, como lo son el Bayer Leverkusen y el Betis. Con contrato hasta 2026, la operación no parece difícil de realizar para ninguna de las tres partes.
El precio no sería demasiado elevado si el club se salva, y aún menor si desciende, lo cual sería fatal para la entidad en todos los sentidos. Parece que eso no ocurrirá esta temporada, pero con Lim sin invertir y el equipo cada vez más debilitado, es una posibilidad que el valencianismo, tristemente resignado, no descarta en un futuro.
Los pretendientes lo necesitan
Con la lesión de Schick y la irregularidad de Azmoun, Xabi Alonso busca nueve, y Hugo Duro parece ser uno de los candidatos para ocupar ese puesto, al igual que ocurre en el Betis por si saliera Willian José.