miércoles. 08.01.2025

El internacional francés es ya de los mejores jugadores del mundo. Si no es el mejor, puede comer en la mesa con ellos. Tras la era Messi - Cristiano, su rivalidad deportiva con el monstruo noruego del gol, Erling Håland, promete ser apasionante. 

El delantero, pretendido por Florentino Pérez desde que explotó en el AS Mónaco siendo aún menor de edad, volvió a dar calabazas al Real Madrid, pero el presidente no se rinde y hará, de nuevo, todo lo que esté en su mano por traerlo.

¿A la tercera va la vencida? 

El joven francés pudo ser jugador blanco en 2017. Los del Principado, que sabían que sería imposible retenerlo, aceptaron la oferta madridista, pero su entorno no quiso abandonar Francia tan pronto, por lo que le sugirieron un retorno a París, su ciudad, donde nunca había jugado, firmando finalmente por 180 millones en una operación de cesión + obligación de compra en 2018. 

Años después, en 2022, el Real Madrid eliminó al PSG de Champions, siendo el jugador ya agente libre. Durante meses, todos lo dieron por hecho, pero en mayo, pocos días antes de la final de los madridistas ante el Liverpool, el francés renovó hasta 2024 más un año opcional que sólo podrá activar él. Hace pocos días se ha conocido que tenía el acuerdo apalabrado en marzo.

No habrá negociación entre clubes

El "caso Mbappé" deterioró mucho la relación entre madrileños y parisinos. Tanto es así que Florentino no negociará con Al-Khelaïfi por el delantero: El francés debe dar el paso, ya que el PSG se cierra en banda a traspasarlo y le han colgado la etiqueta de intransferible, siendo el centro del proyecto. 

Sólo saldrá de París por su propio deseo, y es no activando la cláusula que lo ata al Parc des Princes. La imposibilidad de incorporarlo este verano hará que, si los franceses vuelven a fracasar en Champions League en la campaña 2023 - 2024, el de Bondy vuelva a estar en boca de todos.