El Athletic Club, de la mano de Ernesto Valverde, ha vuelto a la zona noble del fútbol español. Clasificado en noveno lugar, aunque cerca de Europa y, sobre todo, a un paso de una nueva final de Copa del Rey, en la que tendrá que remontar el 1-0 de la ida en contra frente a Osasuna. Pese al buen juego en general del equipo, la carencia en algunas zonas, ya sea por falta de recambios o por lesiones, hacen ver la necesidad de fichar al club, que ya trabaja para la temporada que viene.
Esas carencias vienen, principalmente, en el lateral derecho y en la delantera, lugares en los que lo que hay se queda corto. Lekue se queda corto y en la delantera se turnan Iñaki Williams, Guruzeta e incluso Raúl García, por lo que se antoja imprescindible el fichaje de un delantero. También el de un centrocampista, que sería Iñigo Ruiz de Galarreta. Sin embargo, la política de fichajes del Athletic: singular, única, rebaja en mucho las opciones y la directiva ha puesto sus ojos en dos jugadores: Álvaro Odriozola y Julen Jon.
Odriozola no pasa por su mejor momento. Deslumbró en la Real Sociedad, pero en el Real Madrid no ha podido mostrar su potencial. Ya sea por rendimiento o por las continuas lesiones, no hemos visto al jugador por el que el conjunto blanco pagó 40 millones de euros. En cuanto a Julen Jon, es propiedad del Real Madrid, pero juega cedido esta temporada en el Amorebieta, de Primera RFEF, donde está cuajando grandes actuaciones.
Con Galarreta practicamente fichado, las intenciones del Athletic se centran en Odriozola y Julen Jon. Dos futbolistas de nivel que podrían dar un salto cualitativo al Athletic.