Tras el adiós de Bellerín, Pellegrini, como buen entrenador que es, tuvo que inventarse el recurso de Aitor Ruibal para sustituir a Sabaly cuando este no estuviera disponible, algo que ha ocurrido en más situaciones de las que los béticos seguramente querrían.
Ante la ausencia de un segundo lateral derecho puro, posición que deben reforzar con urgencia, "El Ingeniero" ha demandado un activo más en esa demarcación, por lo que el Betis ya ha puesto en marcha la maquinaria para llevar a cabo las operaciones necesarias.
Un futuro fuera de Madrid
El lateral donostiarra es la tercera (o incluso cuarta, si se cuenta a Nacho en ese puesto) opción de Carlo Ancelotti en el lateral derecho, por detrás de Carvajal y Lucas Vázquez.
Fichado en 2018 por 40 millones, apenas ha tenido minutos de juego y el club blanco sabe que debe buscarle una salida, aunque él tiene la última palabra.
Un negocio ruinoso
El lateral vasco tiene la sartén por el mango: Acaba contrato en junio de 2024 y una renovación se antoja imposible, por lo que, si no sale en verano, en enero podrá decidir su propio destino.
El Betis, interesado en él, deberá decidir si paga traspaso y lo adquiere cuanto antes o si prevalece lo económico antes que lo deportivo.