En Dortmund saben que no podrán retener al futbolista más allá de este verano, por lo que saldrá del club al finalizar esta temporada por una suma cercana a los 130 - 150 millones de euros. Pese a querer convertirlo en el mejor pagado de la historia del equipo, el inglés se marchará y su país natal permanece atento para traerlo de vuelta.
Con la campaña aún en marcha (el Dortmund es colíder y cuartofinalista de la DFB-Pokal, donde se enfrenta al RB Leipzig), desde Alemania no han querido soltar al jugador antes (pudo irse el verano pasado, pero fue declarado intransferible) para sacarle el mayor beneficio económico posible, al igual que ocurrió con Jadon Sancho o Erling Håland en el pasado.
La Premier League lo desea
La guerra futbolística entre Liverpool y Manchester City se traslada también fuera de los terrenos de juego. Los mancunianos quieren atar a un sustituto de İlkay Gündoğan, que es agente libre y aún no ha renovado, y los scousers quieren dar un necesario lavado de cara a su centro del campo.
El Liverpool es el club del que es aficionado su padre, además de ser el equipo donde jugó el ídolo del futbolista, Steven Gerrard. Sea como fuere, quien quiera llevarse el gato al agua tendrá que rascarse, y mucho, el bolsillo.
El Real Madrid no lo pierde de vista
Los blancos saben que las gotas de fútbol de Modrić y Kroos se acaban, por lo que quieren tener ya al sustituto preparado para cuando toque dar el relevo generacional a dos de los mejores centrocampistas de la historia del equipo blanco.
Sin embargo, en la cúpula del Bernabéu ven que entre sueldo, comisiones y precio del traspaso el fichaje se tornará en prácticamente imposible y, aunque no lo descartan, saben que, debido a la gran inversión realizada en el estadio, la incorporación del británico se aleja.