La vacuna presentada hoy mismo por la empresa tiene una eficacia del 94,5%, una cifra superior incluso al 90% comunicado por la compañía Pfizer hace una semana. Moderna tiene en marcha un ensayo con 30.000 personas en colaboración con los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU. La mitad de los participantes ha recibido la vacuna y la otra mitad una inyección de agua con sales como placebo.
El primer análisis hecho tras detectar 95 infecciones sintomáticas, consiste en que 90 de ellas en el grupo que recibió el medicamento real nos muestra lo siguiente: lo importante es que sólo 11 de 95 personas que enfermaron fue de forma grave, con hospitalización y problemas respiratorios. Los 11 que estaban con el placebo fueron, algo inesperado.
Moderna ha hecho el mismo proceso que presentó Pfizer hace una semana, presentar sus resultados mediante un comunicado de prensa pero sin presentar un estudio científico completo y revisado por expertos independientes. ¿Qué han destacado? Su ensayo incluye a 7.000 personas de más de 65 años y a otras 5.000 que son menores de edad.
Los voluntarios de Moderna presentan además enfermedades crónicas vinculadas a un mayor riesgo de covid grave, como la diabetes, la obesidad y las patologías cardiacas
Observamos cómo el 42% de los participantes son considerados de riesgo, viendo como la vacuna que presentan es efectiva en los más vulnerables, algo que Pfizer no ha confirmado aún. Esta vacuna requeriría dos dosis, especiadas en 28 días y costaría unos 21 euros por inyección.
Moderna tiene previsto fabricar antes de final de año 20 millones de dosis para su distribución en EE UU. Su plan es producir entre 500 y 1.000 millones de dosis en 2021. La empresa trabaja con dos cadenas de suministro, una en EE UU y otra en Europa, con una etapa final en los laboratorios farmacéuticos Rovi, en Madrid.
