Tras la salida de Luis Enrique en diciembre de 2022 después del descalabro ante Marruecos, Luis de la Fuente cogió las riendas de la Selección Española. Conocedor del fútbol nacional por haber trabajado para los JJOO y las inferiores de la Roja. En su primera prelista, cargada de sorpresas como Nacho, Arnau Martínez o Chimy Ávila, también ha entrado el central del equipo donostiarra, que prevé ser nacionalizado en este mismo mes, de cara a poder ser convocado para los próximos compromisos con el combinado nacional de nuestro país, en un proceso burocrático similar al de Laporte, que rechazó a Francia para jugar con España.
Sin embargo, y nada más lejos de la realidad, en San Sebastián no están tranquilos con la noticia. La obtención de la nacionalidad de su futbolista podría ponerlo en el escaparate de clubes grandes del fútbol mundial, especialmente de la Premier League, donde los traspasos por grandes sumas de dinero están prácticamente a la orden del día: La propia Real Sociedad recibió unos 70.000.000 este mismo verano por el traspaso de Isak - cláusula de rescisión - al Newcastle United. Sin duda, y como hicieron con el sueco, el futbolista, recién renovado hasta 2026, sólo saldrá por la cláusula, aunque en las oficinas del Reale Arena saben que no podrán cerrarle la puerta a una posible salida.
Nuevo ciclo
El entrenador riojano quiere dar una vuelta de tuerca al estilo de juego y a las listas de la selección. Tras el sorprendente adiós de Sergio Ramos cuando todo indicaba a una segunda llamada por parte del nuevo técnico, el nuevo técnico español busca reestructurar parte del bloque dejó el ex-preparador asturiano. Según diversas fuentes, el de Haro quiere que su defensa esté compuesta por Yeray Álvarez y Le Normand, dejando así fuera del once titular a Aymeric Laporte y a Nacho Fernández o Íñigo Martínez. Sin duda, el nuevo seleccionador no está fuera de toda crítica, ya que nunca llueve a gusto de todos, pero está bien que intente dar un giro y que incorpore caras nuevas, pidiendo incluso que jueguen algunos de los futbolistas que pueden optar a ello por llevar varios años en España o por tener la nacionalidad como segunda.
Le Normand, otro caso de nacionalización a favor
Siguiendo los pasos de Aymeric Laporte o de Nico Williams (que, pese a nacer en Bilbao, tiene la nacionalidad ghanesa y es la selección que eligió su hermano Iñaki, quien fue convocado al Mundial de Qatar con la selección africana, que no pasó de grupos), el central de Bretaña elige jugar con España, país en el que lleva desde 2016, cuando fichó por el filial del club txuri-urdin. Pese a ser de los mejores centrales de la competición nacional, la feroz competencia en su puesto hace que no sólo no haya ido convocado, sino que ni siquiera la FFF se lo plantee. El futuro de la defensa gala está en buenas manos, y no parece que Robin vaya a formar parte de él.
