En plena pandemia mundial, el deporte se ha visto afectado de una manera clara pero los equipos no se pueden excusar en ello para justificar sus resultados. Un caso es el del equipo dirigido por Zidane, el Real Madrid. Muchos problemas sobrevuelan la casa blanca y hoy en día nos preguntamos, ¿hay solución a este cataclismo blanco?
El primer punto clave es la figura de Zidane como entrenador. El francés ha ido demostrando algunas carencias como entrenador, junto a la selección de una serie de jugadores a quienes les da oportunidades pero después, a la hora de la verdad, no son capaces de dar el nivel que pide el Real Madrid. No es la primera vez que jugadores como Marcelo demuestran que no están al nivel del club, pero Zidane sigue apostando por él.
El segundo punto clave, Eden Hazard, la estrella que ha acabado estrellada. Desde la despedida de Cristiano Ronaldo, se ha estado buscando la figura que pudiese llegar a llenar el vacío que dejó el crack portugués. La apuesta por el belga fue clara, siendo uno de los fichajes más caros de la historia del club. ¿Cuál ha sido el resultado? Decepción tras decepción, recordando algo claro: la estela de Cristiano sigue presente.
El Real Madrid no vive su mejor momento después de pasar un verano sin fichajes
El tercer punto clave es la plantilla y la edad. Nos encontramos con una plantilla con una edad joven pero, a la hora de la verdad, el once inicial lo llenan las viejas glorias del equipo. Jugadores como Jovic o Vinicius no reciben las oportunidades que se merecen, dándoles el tiempo de adaptación necesario para poder adentrarse en el equipo… pero tampoco se les deja libres para poder explotar en otros lugares. Que contradictorio, ¿Verdad?
Y por último, el eterno deseo y sueño del reinado blanco: Killian Mbappé. El joven jugador del PSG ha sido la perla eternamente deseada por Florentino Pérez, considerado el perfecto sustituto para C.Ronaldo. Este hecho llevamos años y años escuchándolo, ¿Qué ha sucedido? Muchas portadas de diarios pero este joven sigue militando en el PSG. ¿Llegará el día en el que Florentino deje de crear ilusiones a los aficionados?
