La conclusión de la pasada campaña de Fórmula 1 fue una de las mejores noticias que pudo recibir el piloto madrileño Carlos Sainz. Lo que apuntaba a que iba a ser una temporada de grandes resultados y lucha por el mundial terminó siendo un auténtico calvario en la segunda mitad de la campaña. Todo ello por una serie de inconvenientes y mala suerte que evitar ver al piloto de Ferrari en los puestos altos del mundial, especialmente después de ser adelantado por Pérez y Russell.
Según indican varios medios de comunicación, e incluso desde la propia factoría del equipo italiano, el bajón ocurrido en Ferrari se debió a que centraron la mayoría de sus esfuerzos en el coche de 2023, todo ello después de ver que el Mundial parecía estar del lado del equipo Red Bull. Así, la entidad italiana comenzó el desarrollo del coche del próximo año dejando el F1-75 a un lado. Algo que perjudicó especialmente a Carlos Sainz, que dejó de ser competitivo en la segunda mitad del campeonato.
El nuevo Ferrari apunta maneras
Precisamente ha sido Mattia Binotto el que ha confirmado que desde el Gran Premio de Francia el coche pasó a un segundo plano, centrándose de lleno en el año 2023. "El hecho es que después del Gran Premio de Francia paramos el desarrollo del coche y desde ese momento del verano nos concentramos en el coche del año 2023. Eso afectó a nuestra competitividad en la segunda parte de la temporada", confirmó.
Es por ello, que Ferrari ha prometido a sus pilotos que tras su gran trabajo durante la temporada, será el coche de 2023 aquel con el que podrán competirle de tú a tú a Red Bull, todo ello a la espera de que ninguna escudería.