En el equipo rojo han "ajustado" el desarrollo de su monoplaza en las últimas semanas tras los resultados obtenidos. Leclerc tuvo problemas de fiabilidad en Bahrein que le obligó a abandonar, lo mismo sucedió en Australia tras un toque con Stroll. Por su parte, Saiz tuvo una penalización de cinco segundos en Albert Park que le dejó fuera de los puntos.
Otro hecho a destacar es que el ritmo de carrera del SF-23 es inferior al de sus rivales y la mejor posición de la escudería italiana fue un cuarto puesto de Carlos Sainz en la primera carrera del campeonato. Esto ha dejado un inicio de temporada muy turbulento, lejos de las expectativas, que ha encendido todas las alarmas.
Vasseur mantiene la calma
El jefe del equipo italiano señala que es muy complicado controlar todo en Formula 1 y apunta que la clave es mejorar carrera a carrera: "Honestamente, ni siquiera creo que Red Bull pueda decir que tienen todo bajo control, ese es el ADN de nuestro negocio", ha señalado a la web RacingNews365.
"Tienes que hacer un mejor trabajo en cada carrera, comprender más y extraer más del potencial del coche", siendo una tarea que marca tanto para los ingenieros y mecánicos del equipo como para los pilotos. Apuntando que una unión de ambos puede provocar importantes mejoras en el coche.
Dos de las tareas a mejorar son el ritmo de carrera y la degradación de los neumáticos, pero no se pueden olvidar de la fiabilidad, puesto que fue su su talón de Aquiles el pasado año. Esto ha provocado la aceleración en incorporar mejoras: "Por supuesto, hemos ajustado un poco la dirección del desarrollo en las últimas semanas, pero es así para todos en la parrilla"
