"Quiere pertenecer a un grupo de chicas de su edad que bailan sensualmente..." Esto podía leerse al pie del cartel en el que Netflix anunciaba Cuties.
CUTIES - La polémica abanderada bajo el hashtag #NetflixPedofilia rescata el debate sobre la hipersexualización femenina, un tema que genera cierta controversia respecto a la protección de la infancia. El problema, que a menudo pasa desapercibido, retrata una realidad en que las niñas suelen ser expuestas como un objeto sexualizado. Esto es: adaptar atributos propios de mujeres adultas –conversaciones, modos de vestir, de comportarse - a jóvenes menores de edad. Estas pronto comienzan a trazar un universo de preocupaciones nimias entorno a tallas, bolsos, tacones y maquillaje, entre otras. Propicia así la imagen de una falsa madurez que puede acarrear problemas de autoestima: algo social y abiertamente permitido.
La avalancha de críticas hacia la plataforma de streaming este jueves surgió tras la publicación del cartel de la película que emitirán el próximo 9 de septiembre: Cuties (Guapis). El filme nos habla de Amy, una niña de 11 años que se encuentra en pleno apogeo de las divergencias propias de la preadolescencia cuando se une a un grupo de chicas que quiere participar en un concurso de baile. Sin embargo, la sinopsis redactada por Netflix ha reactivado el debate y removido conciencias. "Quiere pertenecer a un grupo de chicas de su edad que bailan sensualmente, entonces empieza a explorar la feminidad y desafiar a su familia religiosa", rezaba la descripción del cartel.
Pero, ¿qué es realmente?
Maïmouna Doucuré, directora Mignonnes –título original de Cuties-, despeja dudas en varias entrevistas. La ganadora del premio del Jurado en Sundance nos revela precisamente el tema de la hipersexualización femenina infantil como hilo conductor de toda la trama. El largometraje es una crítica abierta hacia la exposición de las niñas que terminan siendo esclavas de los patrones que dicta una sociedad que prefiere mirar hacia otro lado.
Cuando estas menores se exhiben, se hacen cómplices de un patriarcado que las utiliza haciéndoles creer que el fin de una mujer es proyectar una imagen tal. Pero eso no es “feminidad”: es un oscuro modo de hacer que las niñas asuman con naturalidad el rol de objetos sexuales. Algo que la directora destaca en el contexto de las redes sociales. “Hoy en día, cuanto más sexy y objetivada es una mujer, más valor tiene a los ojos de las redes sociales. Cuando tienes once años, no comprendes realmente todos estos mecanismos. Tiendes a imitar, a hacer lo mismo que los demás para obtener un resultado similar".
Las campañas de Netflix
Sin duda desacertada, no es la primera vez que Netflix utiliza una campaña agresiva para publicitar sus contenidos. Ya sucedió con la serie Sex Education cuyo slogan promocional rezaba “Querrás tragártela enterita”, “Vamos a pasarlo genital” o “Cuenca, te vamos a poner mirando a Netflix”. En el caso de Cuties, la compañía terminaría por retractarse ante la inminente ola de críticas desatada en Twitter, retirando tanto la descripción como el cartel.
La polémica suele ser fiel compañera de la plataforma estadounidense. En este sentido, no ha tenido ningún reparo en aprovechar el tirón mediático de una de las protagonistas de su exitosa serie Stranger Things. Millie Bobby Brown –Once-, se ha convertido en un icono de moda y feminidad con tan solo trece años. Una imagen expuesta que da buena cuenta de cómo la hipersexualización es una pandemia que afecta en mayor grado a las niñas. En el caso de Millie, la revista W la catalogó como una de las actrices más sexys. En su reportaje “Hotest televisión actors” la adolescente aparecería junto a nombres como el de Charlize Theron o James Franco.