Emily in Paris es una comedia dramática que se estrenó en octubre de 2020 y que está acogiendo unos buenos datos de audiencia, a la espera de renovación por una segunda temporada. Amores y desventuras, choques culturales y una buena dosis de drama son las claves para que esta serie funcione.
Pero lo que de verdad gusta de la serie es arremeter contra los clichés que son tan molestos y que quedan muy bien reflejados en Emily in Paris. Una jefa fumadora empedernida, el marido infiel, la visión americana de Emily que choca con la visión francesa.
Emily in Paris no solo muestra estos clichés, sino que la misma serie en sí es una fantasía delirante que es surrealista a más no poder. Emily en la serie, con solo cinco post, "supera" a influencers del calibre de Dulceida, viste con marcas de alta costura con un sueldo desacorde a ese estilo y su concepción de la vida tan Sexo en Nueva York.
Emily in Paris, entre Sexo en Nueva York y El diablo viste de Prada
Así, la apuesta de Darren Star basada en delirios y clichés por doquier se cuela en Netflix, pero sin ser una de las mejores series. Sin embargo, estos diez capítulos han servido para abrir una puerta a la renovación a una segunda temporada en la que nada está escrito. ¿A qué aventuras se enfrentará Emily?
Habrá que esperar a esa segunda temporada pero como responde su creador: "Todavía no se nada sobre la segunda temporada de la serie, pero Emily tendrá que tomar algunas decisiones sorprendentes. No todo será lo que parece. Siempre se trata de desafiar su cosmovisión americana"