El Real Betis ganó un partido crucial anoche en sus esfuerzos por consolidarse en la sexta posición de la tabla y, al mismo tiempo, recortar dos puntos a su principal rival por el quinto puesto, el Villarreal, que se dejó dos puntos con el Valencia en el derbi valenciano. El equipo verdiblanco está a sólo dos puntos del equipo de Quique Setién. Sin embargo, el Athletic se aleja a cinco puntos, con el 'golaverage' perdido.
Los verdiblancos se defendieron como un bloque sólido después de que Willian José anotara el gol en los primeros minutos del partido, buscando aprovechar alguna oportunidad de contragolpe para sentenciar el encuentro, pero ninguno de los dos equipos logró anotar más goles. Quizás la estrechez del resultado, ante un Athletic que no dejaba de buscar el empate, impidió que Joaquín Sánchez jugara los últimos minutos del partido, haciendo imposible que pudiera superar el récord de Andoni Zubizarreta como jugador con más partidos en la historia de la Primera división.
Lo cierto es que el capitán del Betis estuvo calentando en la banda de San Mamés por un tiempo, quizás también probando sus sensaciones en la rodilla, pero poco después se vio de nuevo al portuense sentado en el banquillo y de ahí ya no se movió más hasta el final del partido. A falta de cinco partidos, Joaquín podría todavía igualar los 622 encuentros del meta vasco, siempre y cuando tenga minutos en todos los duelos de LaLiga que restan.
Sin embargo, esa decisión parece que no gustó mucho a Susana Saborido, la esposa de Joaquín Sánchez, quien poco después de acabar el partido publicó un mensaje en una historia de Instagram bastante revelador. "A veces es mejor respirar profundamente y no decir nada... Madre mía si pudiera", se podía leer en su historia que, curiosamente, minutos más tarde acabaría desapareciendo de su perfil de Instagram.
